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Monastiraki recibe su nombre del monasterio que se levantaba en la plaza en el centro de Atenas. Cualquier cosa menos monástica en estos días sería difícil de imaginar, especialmente en un domingo por la mañana cuando las multitudes acuden al mercadillo semanal que comienza aquí y fluye a través de las calles de alrededor. Monjes tal vez desviar la mirada de los puestos de venta de segunda mano copias de Playboy y Penthouse y navegar en lugar de la puerta de al lado que tiene cuentas, biblias y velas. Lo sagrado y lo profano son vecinos en las calles de Atenas.
No hay duda de que eran en la antigüedad también. A través de las vías del ferrocarril es el sitio de la plaza de la antigua Atenas, el Ágora, el mercado desde el siglo 6 aC. Los fundamentos de las tiendas están todavía allí, por lo que es fácil imaginar la escena, entonces como ahora - la gente husmeando alrededor de una ganga, el control de la calidad de la fruta y verdura, o simplemente mooching alrededor.
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Nadie entonces hubiera encontrado lo que me llamó la atención en una sola visita: un gran inflable berenjena, el uso para el cual arruinado la imaginación. Tal vez fue para decorar un restaurante. A lo largo de aquí se podría equipar completamente cualquier lugar de comer, con mesas y sillas, sombrero representa y refleja un medio de bloqueo de la carretera en un camino que no iba a tolerar muchas ciudades. Pero Atenas no ha perdido su toque humano.
Aquí están las primeras ediciones raras, CDs piratas, un fabricante bouzouki, postales desvanecimiento y máquinas de escribir, tan antiguos que parecen que hacer datan del siglo 6 aC y tienen poco que se había desenterrado.
A medida que la cabeza hacia el Cementerio Keramikos (esta parte de Atenas fue nombrado después de Keramos, el santo patrón de los alfareros, de ahí que la cerámica de palabras) de las carreteras pueden quedar increíblemente lleno. Carteras y monederos debe estar bien escondido. Tome un desvío hacia el cementerio, la tumba principal de la antigua Atenas, con tumbas que datan del siglo 12. Es un respiro de paz de las multitudes, con pinzones apuesto y charlando en los olivos, y de agua dulce que están al acecho en la hierba.
Si los olores de los puestos del mercado de alimentos que usted tiene hambre, trate de no echar a perder su apetito con un aperitivo, pero la cabeza de nuevo a la Plaza Monastiraki y espero que pueda encontrar una mesa en Sigalas. No es tan antigua como el antiguo mercado, y se remonta sólo a finales del siglo 19 (como lo hacen algunos de los camareros, que parece).
La vida es un cabaret, en Sigalas, con su intrigante mezcla de personajes locales y más turistas aventureros. Fotos en blanco y negro de estrellas del cine y los políticos miran desde las paredes de madera, y hay todo tipo de rincones y recovecos, arriba y abajo. No hay que esperar un camarero que te recibe en la puerta y le mostrará en una tabla. Estás por tu cuenta. Caminar en y espero que pueda encontrar un lugar vacío en alguna parte. Menús? ¿Quién los necesita. Echa un vistazo a lo que se está cocinando. No va a ser platos gourmet pero será sabrosa y generosa y fácil en el bolsillo.
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