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Japón es un país insular que se extiende a lo largo de la costa Pacífica del nordeste de Asia. La isla principal es Honshu, y las otras tres más grandes son Hokkaido, en el norte del país, y Shikoku y Kyushu en el sur. Más de 4.000 pequeñas islas rodean a estas cuatro principales. Las islas principales están conectadas mediante un moderno sistema de transporte, del que forma parte el túnel Seikan, el mayor túnel ferroviario del mundo, con una longitud de 54 kilómetros. Los trenes japoneses de alta velocidad (conocidos como shinkansen, o trenes-bala) enlazan las principales regiones del país.
Uno de los emblemas de Tokyo. La torre, que recuerda a la Torre Eiffel, pero en color rojo, es la más alta del mundo (supera a la francesa por centímetros) y es un precioso mirador que te sube a 150 metros y ofrece unas vistas fantásticas de la ciudad. Por la noche, pagando más, se puede subir más alto incluso. La verdad es que merece la pena, aunque hay otros miradores gratuitos en la ciudad.
Uno de los lugares más turísticos y visitados de Tokyo es el templo de Asakusa Kannon. Razones no le faltan, y por eso siempre está lleno de turistas.
El Asakusa Kannon lo recuerdo con mucho cariño. Fue uno de los lugares que más me alucinó y el primero de los muchos templos budistas que hemos visitado en los últimos tres años. La primera vez siempre impacta, allí nos dimos cuenta de que estábamos en Asia. Allí nos enamoramos de Asia y de Japón.
Hay muchos elementos del Asakusa Kannon que me vienen a la memoria. El gentío y la algarabía. La primera vez que nos tuvimos que quitar los zapatos para entrar a un templo. El faro rojo gigante, el gran caldero lleno de incienso humeante, la primera pagoda que vimos en la vida. Todas esas cosas te hacen sentir muy afortunado, como si estuvieras en un lugar especial.
Uno de los emblemas de Tokyo. La torre, que recuerda a la Torre Eiffel, pero en color rojo, es la más alta del mundo (supera a la francesa por centímetros) y es un precioso mirador que te sube a 150 metros y ofrece unas vistas fantásticas de la ciudad. Por la noche, pagando más, se puede subir más alto incluso. La verdad es que merece la pena, aunque hay otros miradores gratuitos en la ciudad.
Uno de los lugares más turísticos y visitados de Tokyo es el templo de Asakusa Kannon. Razones no le faltan, y por eso siempre está lleno de turistas.
El Asakusa Kannon lo recuerdo con mucho cariño. Fue uno de los lugares que más me alucinó y el primero de los muchos templos budistas que hemos visitado en los últimos tres años. La primera vez siempre impacta, allí nos dimos cuenta de que estábamos en Asia. Allí nos enamoramos de Asia y de Japón.
Hay muchos elementos del Asakusa Kannon que me vienen a la memoria. El gentío y la algarabía. La primera vez que nos tuvimos que quitar los zapatos para entrar a un templo. El faro rojo gigante, el gran caldero lleno de incienso humeante, la primera pagoda que vimos en la vida. Todas esas cosas te hacen sentir muy afortunado, como si estuvieras en un lugar especial.
En tokio existen restaurantes muy variados donde podemos comer muchas comidas diferentes y no tan típicas de las que alguien occidental está acostumbrado a comer de la comida japonesa. Los postres y la bebida están incluidos.
No es que sea muy barato, 2600 yenes por persona unos 23 euros o algo así ahora mismo, pero es un buen restaurante así que por la calidad que ofrecen los restaurantes japoneses es un precio razonable y normal dentro de lo que es Japón.
No es que sea muy barato, 2600 yenes por persona unos 23 euros o algo así ahora mismo, pero es un buen restaurante así que por la calidad que ofrecen los restaurantes japoneses es un precio razonable y normal dentro de lo que es Japón.
El hotel Kokusai de Kyoto es un hotel que nos da una gran relación calidad-precio, por unos 70-90Euros la habitación doble nos ofrecerá un buen servicio y una situación privilegiada, frente al Castillo de Nijo, en el corazón de Kyoto.
Las habitaciones no son muy grandes, pero suficientes para cubrir nuestras necesidades y cuidadas al detalle. Lo malo es que solo hay internet por WiFi en el lobby, pero eso sí, gratuito para los huéspedes del hotel.
Para llegar al hotel podemos coger un bus desde la estación de Kyoto, pero el trayecto en taxi es menos de 10 minutos y nos costará unos 1500yenes.
Las habitaciones no son muy grandes, pero suficientes para cubrir nuestras necesidades y cuidadas al detalle. Lo malo es que solo hay internet por WiFi en el lobby, pero eso sí, gratuito para los huéspedes del hotel.
Para llegar al hotel podemos coger un bus desde la estación de Kyoto, pero el trayecto en taxi es menos de 10 minutos y nos costará unos 1500yenes.
ya sabes si tu ruta es japon este verano tokio espera por ti buen viaje:)
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